miércoles, 14 de enero de 2015

La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. Reseña de Karen Yatzil Zárate Manuel


Novela
La ciudad y los perros
Mario Vargas Llosa
 
Karen Yatzil Zárate Manuel*
 
Esta obra es escrita por Mario Vargas Llosa, en lo particular me gustaría comenzar este comentario de la novela con una parte muy singular de la obra que a mi parecer es la esencia que engloba la novela en su totalidad cuando el Teniente Gamboa le dice a Jaguar que vuelva a la cuadra y se olvide de su confesión de asesinato, porque sería más fácil resucitar al cadete Nava que lograr que el Ejército reconozca un error, para quienes el asunto ya está cerrado. Esta realidad es un verdadero paradigma en muchas sociedades actuales.
Esta idea me permitió entender porque el contexto latinoamericano se desarrolla en una lógica muy particular, si bien el texto se sitúa en Perú, en un tipo de organización que se caracteriza por ser gobernada como una dictadura independientemente de que el país sea democrático.  Al inicio de la obra Llosa contextualiza una lucha constante en una ciudad rodeada de perros, entendida esta como la convivencia que se está desarrollando al interior del Colegio Militar, cabe señalar que el hecho de que Llosa describa a los jóvenes que se encuentran en esta ciudad son personas a las que relaciona con los “perros” y es interesante analizar por qué el joven militar del Colegio es considerado un perro, desde mi perspectiva se debe en primera instancia a la relación unilateral que se pueda presentar por ejemplo, en la cadena alimenticia el hecho de que una persona sirve a otra para satisfacer sus necesidades, y a su vez representa un peligro para esta. La cooperación negativa o como es conocida actualmente la competencia, es decir, al interior los alumnos de quinto año tenían el control y dominio de los alumnos de grados inferiores, sin embargo que pasa cuando tan solo uno de los alumnos de cuarto año se revela ante esta situación de represión y limitación de sus libertades, hay una fragmentación del poder, es cuando el sistema cae y se empiezan a crear vertientes para evitar la reproducción del sistema, es ahí cuando Llosa menciona la creación de un círculo, si bien los alumnos de cuarto año que integran este círculo en cierta forma pensaban que a raíz de esto iban a estar protegido esto no es así, por que las personas del círculo vuelven a reproducir el sistema, cuando ellos toman el control se apoderan y someten nuevamente a las personas que no tiene  la capacidad de relevarse al sistema, y lo hacen con el propósito de mantenerse como líder y único capaz de tener cualidades para enfrentarse al sistema.
Si bien al interior del Colegio existía una norma a través de valores que fomentaban la disciplina, el respeto a las obligaciones con el propósito de formar a personas fuertes, con el fin de evitar que estos jóvenes cayeran en actos delictivos o bien se volvieran obedientes al sistema político que permeaba en Perú. Las condiciones de cada uno de los alumnos eran diferentes esto lo realizaban como una obligación no por el hecho de tener una vocación de servir al país.
Vamos a identificar cuatro posiciones de personas que a mi parecer plantean una problemática a la falta de valores de la sociedad. Por un lado nos encontramos a la sociedad que se siente ajena al sistema que se está desarrollando y que prefiere estar reprimida, que ser castigada por el sistema esta posición es la que nos describe el joven Ricardo “el esclavo”, otra parte de la sociedad es aquella que si bien no se siente parte del sistema, busca las formas para romper con los deberes que debe cumplir pero cuando se siente amenazado  lo que hace es integrarse al sistema, este papel es representado por el “poeta”, una tercera  forma de la sociedad es aquellas que está en contra totalmente del sistema, los radicales, estos son representados por el Jaguar y el círculo que forma para defenderse de las represiones que vivían por el sistema además de someter a los demás estudiantes a reproducir prácticas que si bien la normatividad del sistema no lo permitía ellos lo hacían con el fin de estar en contra de ellos, por último tenemos a un cuarto fragmento de la sociedad, estos son los reproductores del sistema, los que imponen los patrones de conductas que deben de imperar en la sociedad, asi como la ideología, las relaciones y actividades que deben desempeñar para dar fortaleza  y la concentración total del poder en todos sus sentidos del sistema.
Al interior del sistema conviven estas cuatro partes las cuales tiene  una lucha constante las cuales pueden ser visibles o bien pueden ser no tangibles, sin embargo el fenómeno se está desarrollando, y esta lucha es por identificar quien tiene el poder de establecer y reproducir el conjunto de valores, ideologías que deben permear en la vida de sus integrantes, ante eso tenemos una sociedad que sin duda se siente inconforme, sin embargo desde la creencia decimonónica de la teoría de la adaptación de Darwin, solo los fuertes se mantienen en el sistema y sobreviven, el caso de Ricardo “el esclavo” es muy particular si bien en su interior mostraban un sentimiento de indiferencia hacia el sistema, este no se sentía capaz de mostrar su posición ante la sociedad, prefería ser tratado como un esclavo reprimido por todos, que mostrar su contraria posición con el propósito de evitar el castigo, pero el mismo sistema crea escenarios que buscan identificar como este actor al interior del sistema es evaluado para reconocer su identidad dentro del sistema, es cuando a raíz de un robo de un examen en el que el vio a la persona que se había robado las respuestas del examen, al estar sometido durante más de 5 semanas sin poder salir  los fines de semana terminaron por cansar a Ricardo, por lo que toma la decisión de asistir con un oficial para delatar a la persona que había cometido la infracción, al acusarlo sin duda la persona que había cometido la infracción formaba parte del círculo contrario al sistema, el miedo dominó al integrante de este círculo porque a pesar de mostrar fortaleza e imposición ante el sistema en su interior el miedo es un sentimiento que se hizo presente, puesto que conocía el poder y la gran fuerza del sistema y sabía el castigo que le correspondía, fue expulsado de la academia, es decir, al exilio, cuando la sociedad lo ve lo reprime por ser una persona que incita el desorden y viola la organización del sistema.
Pero poco después existe ese sentimiento de fragmentación por parte del círculo de los radicales se hace presente el sentimiento de venganza ante la persona que los delató, y ese sentimiento es el mismo que el sistema reproduce cuando castiga al infractor, es así como sus acciones de venganza llevan a la muerte de Ricardo “el esclavo” que tan solo por buscar su libertad respetando las condiciones del sistema lo llevo a una baja de un integrante de la sociedad reprimida, y futuro reproductor del sistema.
Pero qué pasa cuando el sistema que se encuentra imperando en la sociedad se da cuenta que las acciones y las prácticas que estaba realizando estaban fragmentado a la sociedad, ellos no cuestionan su quehacer, no son reflexivos en las fallas que se están presentando en el sistema, lo que hacen es reprimir y privar a las personas, aún más de sus libertades y someterlos a los términos y condiciones del sistema porque los que están mal son los contrarios al sistema. Y eso se muestra cuando el Poeta confiesa que Ricardo “el esclavo” había sido asesinado por el Jaguar, además de confesar ante el sistema las irregularidades que al interior del sistema se estaban desarrollando la violación a la normatividad. Es cuando el sistema se da cuenta que tiene que reactivar su poder tiene que enmendar las acciones y mantenerse firme ante las circunstancias y eso lo hacen presente cuando el mayor decide cerrar el caso del asesinato del esclavo para no dañar su credibilidad ante la sociedad, es decir, la confianza, el status de poder que tenía que mostrar no podía ser cuestionada por la sociedad, por ello cierra el caso, afirmando que la muerte del joven fue un accidente y ese es el discurso que se crea ante la familia del afectado.
Por último, es importante analizar al grupo de personas de la sociedad cuyas  ideologías y condiciones se muestra contraria al sistema, este es perdonado siempre y cuando se someta, a través de un contrato con el sistema a no violentar, fragmentar  e invadir una organización ya establecida y operativa del sistema porque de ser así ellos actuarían de la misma forma que ellos actúan ante su visión de venganza, es decir, mientras el sistema se siga manteniendo ellos serán en las mismas condiciones de reprimidos, sometidos y próximos reproductores del sistema, pues aunque reconozca sus acciones, fortalezas y oportunidades hasta las amenazas, lo que nunca reconocerán son sus errores y fallas del sistema.
 


* Karen Yatzil Zárate Manuel es alumna del Noveno Semestre de la Licenciatura en Administración Pública en la Universidad del Istmo, Campus Ixtepec, Oaxaca.

Yo no vengo a decir un discurso de Gabriel García Márquez. Reseña de Maleny Girón Vázquez


Narrativa

Yo no vengo a decir un discurso

Gabriel García Márquez

 

Reseña de Maleny Girón Vázquez*

El libro Yo no vengo a decir un discurso es una recopilación de veintidós textos escritos por Gabriel García Márquez en el periodo comprendido entre 1944 y 2007, discursos que fueron escritos y leídos por él mismo, cada vez a una audiencia diferente debido a la naturaleza de los eventos donde tuvo a bien participar y momentos de mucha relevancia en su vida. A todas luces, el título del libro resulta ser completamente paradójico, sin embargo a la vez es afortunado, pues contradice completamente el contenido del mismo y por tanto es sumamente extravagante y despierta algo de curiosidad inmediata sobre el lector.

Los discursos prácticamente recorren los acontecimientos de toda su vida, que van desde discursos hechos a sus 17 años para despedir a una generación superior a la suya del colegio y empieza así: “Generalmente, en todos los actos sociales como éste, se designa una persona para que diga un discurso. Esa persona busca siempre el tema más apropiado y lo desarrolla ante los presentes. Yo no vengo a decir un discurso…”; otro ejemplo es el pronunciado al recibir el premio Nobel de Literatura en 1982, que resultó ser un discurso de lo más emotivo y finalmente,  el último en 2007 leído nada más y nada menos, frente a los Reyes de España. En los discursos se tocan temas muy distintos entre sí, retrata la realidad del mundo y de América Latina, repasa características de otros escritores que admiraba y consideraba sus amigos, como Julio Cortázar por ejemplo; expresa su opinión sobre periodismo, temas que le interesan y en general sobre su interesante vida y obra.

‘La academia del deber’, ‘Cómo comencé a escribir’, ‘Otra patria distinta’, ‘La soledad de América Latina’, ‘El catecismo de Damocles’, ‘Una idea indestructible’, ‘El argentino que se hizo querer por todos’, ‘América Latina existe’, ‘Ilusiones para el siglo XXI’, ‘Periodismo: el mejor oficio del mundo’, y el mejor de todos ‘Un Alma Abierta para ser Llenada con un Mensaje en Castellano’, en este último García Márquez  nos narra cuán complicado fue para él y su esposa enviar su borrador de Cien Años de Soledad a su editor en Argentina, éstos son alguno de los títulos de los discursos más representativos de García Márquez recopilados en este libro.

Esta recopilación en forma de libro surge muy a pesar de que García Márquez consideraba a los discursos como ‘el más terrorífico de los compromisos humanos’. García Márquez podría tener algo de razón al decir que un discurso puede ser la cosa más aterradora de los actos en público, no sabemos si ‘terrorífico’ sea buen calificativo, pero sin duda es un arte difícil de llevar a cabo, pues siempre debes quedar bien con todos y sino al menos con la mayoría; recordar buenos y malos momentos de las situaciones, pero cuando no estás alineado con el contexto o es algo que no te pasó en lo personal, esto es más que complicado; elegir un tema apropiado que busque no ofender a nadie y desarrollarlo ante los presentes con soltura y entusiasmo son retos aún mayores.

Si el orador se compromete a pronunciar unas palabras improvisando a partir de unas notas, corre el riesgo de quedarse en blanco y perder por completo el hilo del discurso. Ahora, cuando esas palabras grabadas se reproduzcan por escrito, pueden surgir las dudas, las repeticiones, los lapsus, las ambigüedades expresivas. Quien pronuncia un discurso valiéndose de un simple esquema ha de confiar en su estado de ánimo, el estado de ánimo de dicho momento, cuidar la lucidez de su expresión y fortalecer su habilidad argumentativa y debe recordar con mucha precisión las anécdotas que expresará. Muchos, y me incluyo, no están preparados para tal presión.

Los discursos, disertaciones y conferencias reunidos en el libro son prácticamente inéditos, el verdadero valor en los discursos de García Márquez se debe a cada uno de ellos combina su obra con la problemática real de América Latina. Cada discurso es elocuente, futurista y con valor, no sólo, literario sino también político.

El libro nos permiten comprender más profundamente su vida y obra porque muestran las preocupaciones y obsesiones fundamentales de García Márquez, como persona y como escritor: su amor por lo literatura; su pasión por el periodismo; su preocupación por la ecología, medio ambiente y el crecimiento de la contaminación; los problemas militares y políticos de su país; así como muchos otros temas que no son ajenos a la mayoría de los países de Latinoamérica.

En mi opinión, uno de los mejores discursos contenidos en el libro es el que realizó García Márquez en el año 2007, titulado ‘Un Alma Abierta para ser Llenada con un Mensaje en Castellano’, en una oportunidad donde se encontraban presentes los Reyes de España y las personas que integran la Real Academia Española. En este discurso, García Márquez cuenta el interesante proceso por el cual escribió su novela Cien años de Soledad, dicho sea de paso, su obra más popular y un referente en la literatura latinoamericana y mundial.

 

En ese momento cuenta los problemas económicos que tuvo que pasar por tener que dedicarse a tiempo completo en el trabajo del libro y los problemas que pasó al no tener dinero, ni siquiera para mandar el manuscrito terminado por correo. Una verdadera locura si pensamos que al final ese libro fue un rotundo éxito. Son relatos como estos que nos enseñan que los grandes escritores no siempre pasan por buenos momentos en la vida, que como cualquier persona tienen limitantes y problemas que deben superar y al final del día son personas como usted o como yo.

 

‘Yo comencé a ser escritor de la misma forma que me subí a este estrado: a la fuerza’, es el fragmento más interesante del libro y es muy llamativo porque cuenta que  él empezó a escribir para refutar lo declarado por un periodista del periódico El espectador donde aseguraba que los jóvenes no escribían, por tanto, García Márquez decidió escribir un cuento y lo envío al mismo periódico, donde fue publicado a la semana y obviamente, el periodista redactó una retractación. Estos pequeños hechos nos revelan más sobre la personalidad intelectual y de conocimientos de este gran escritor.

 

Un tema recurrente de García Márquez es la amistad. Ese asunto, el de la amistad, es uno de los motivos recurrentes de esta antología de discursos. A lo largo de sus intervenciones, García Márquez halaga a todos sus amigos, los exalta, con mucho sobresalto. Los menciona y aclama con la alegría de quien no envidia el triunfo ajeno, pues celebra la condición humana y las habilidades de sus compañeros jóvenes, muchos años después, elogia la entrega, la inteligencia y la generosidad de personajes como Belisario Betancur, Álvaro Mutis, Julio Cortázar, entre otros.

 

Sin lugar a dudas, García Márquez es un apasionado de la literatura y el periodismo y en este libro nos permite profundizar en cada una de sus palabras que, sin librarse del tono narrativo que lo caracteriza, nos enfrenta ante la realidad que, como excelente periodista que es, quiere difundir por todo el mundo.

 



* Maleny Girón Vázquez es alumna del Noveno Semestre de la Licenciatura en Administración Pública en la Universidad del Istmo, Campus Ixtepec, Oaxaca.